≫ La puerta de Abadón, no parece The Expanse

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Esta va a ser una reseña algo larga. Por lo que voy a ir anticipando su esencia. Que a nadie le timen con el timo de la estampita. La puerta de Abadón, por fin publicada en español, no parece parte de la saga The Expanse. Es la historia de una venganza cargada de tensión para el lector cuyas ramificaciones y efectos colaterales terminan por implicar a un montón de gente, generando una segunda trama menos interesante pero llena de acción. Eso es Abaddon’s Gate. Ni más, ni menos. Es una novela de ciencia ficción de space opera, moderadamente entretenida.

La puerta de Abadón, una estructura alienígena más allá de Neptuno

La puerta de Abadón, The Expanse

James S.A. Corey, ese pseudónimo, ha decidido cambiar de tercio por completo. La trama de la novela da un salto respecto a lo vista en La guerra de Calibán y gira en torno a qué es el Anillo y cuál es su propósito. Para ello se ha organizado una flota terrana para investigarlo. Los marcianos también envían la suya. Y para demostrar que son un poder asentado en el Sistema Solar, los cinturinos también mandan la suya. Así que tenemos tres flotas hostiles entre sí dirigiéndose al mismo lugar. Nada bueno puede salir de eso.

Tras unas páginas de introducción, con una buena dosis de infodumping (se lo perdonamos a los autores porque sabemos que son entretenidos), nos metemos de lleno en las escenas iniciales de los cuatro personajes. Estas escenas son muy muy buenas y animan a continuar la lectura. Presentan bien a los personajes y sus motivaciones. Incluso James Holden, que suele ser un poco estúpido. Después, como viene siendo costumbre en las novelas de James S.A. Corey, tenemos una alternancia de escenas de intriga con otras de acción que le dan muy buen ritmo a la novela. Como no podía ser de otra forma, las páginas pasan rápido.

Y todo mientras seguimos divagando sobre qué es el anillo y por qué parece tener una inteligencia algo impulsiva y con tendencia a provocar daños entre las naves humanas plegando las leyes de la física.

Parecía que iba de terror espacial, pero no

Por un momento, al principio del libro, pensaba que esto iba a ser una novela de terror espacial. Así que empecé a devorar las páginas. Pero no. Esto es aventuras en el espacio. No me quejo, demasiado, no desde el fracaso tremendo que fue la serie de Nighflyers, pero hubiera sido un buen escenario para meter terror.

Habían cruzado la órbita de Urano semanas atrás y el sol era una brillante estrella en un sobrecogedor abismo de cielo nocturno. Todas las plumas de fuego apuntaban ahora hacia el Anillo, quemando velocidad cada minuto. Aunque era el procedimiento estándar para naves con motor Epstein, no podía sacudirse la sensación de que intentaban huir y estaban siendo arrastrados contra su voluntad.

James S.A. Corey, La puerta de Abadón

Al final, Abaddon’s Gate es una historia sobre descubrir qué demonios es el Anillo y qué relación tiene con la protomolécula. Y cuando ese argumento queda obsoleto (luego explico por qué), la novela deriva en las consecuencias de tener a un montón de gente nerviosa y con acceso a armamento pesado. De nuevo tendremos a los humanos luchando entre ellos porque unos pocos quieren imponerse sobre los demás.

Nuevos personajes (y Holden)

Abbadon’s Gate añade un nuevo elenco. Empecemos con Anna (una sacerdotisa, pastora, guía espiritual…), que es un personaje muy interesante a priori el cual se ve algo debilitado hacia el final cuando la obligan a trabajar de relaciones públicas. Papel que no le termina de encajar. Tiene una fuerte personalidad, un pragmático uso de la violencia limitada para solucionar problemas y una actitud proactiva que enamora. Anna es muy resuelta para los diálogos uno versus uno y tiene una argumentación muy bien estructurada. Aunque estoy seguro que su personaje será sustituido por Avasarala en la adaptación televisiva. Y ahora llego a mis dos favoritos: Melba y Bull.

Melba me parece un personaje muy bien tratado. Su motivación es la venganza hacia Holden por lo que le hizo a Jules-Pierre Mao (gran antagonista de las novelas precedentes). Pero Melba no deja que eso le ciegue al tratar con otros personajes y problemas y se puede apreciar como la venganza podría no dejar hueca su existencia (como a menudo ocurre). Tiene un plan de vida para cuando haya completado su venganza. Es astuta, cuenta con recursos y no tiene reparos en pedir ayuda cuando la necesita. Es un personaje muy humano que vive con las consecuencias de sus actos.

Bull es el jefe de seguridad del Behemoth. Esta nave antes fue el Nauvoo, y ahora es un acorazado. Bull despierta simpatía desde el principio gracias a su dedicación al trabajo. Al igual que Melba, es muy competente, pero la diferencia es que además tiene dotes para trabajar en equipo y ser un líder en tiempos de crisis. Es un personaje realmente altruista que quiere dejar huella con sus acciones. De este modo, tenemos a un personaje que no se preocupa de sí mismo, sino de mantener el orden.

Los ausentes en La puerta de Abadón

Ha sido todo un golpe para mí descubrir que Draper y Avasarala no están en la novela. ¡No están! Y es que parece que los autores van a cambiar de personajes en cada novela, manteniendo únicamente a Holden. Esto para mí es una tragedia, porque James Holden es el que peor me cae con diferencia de todo este universo. Es una caricatura de la libertad de expresión que hace más daño del que pretende evitar. ¿Por qué a él sí y a Draper y Avasarala no? Sin embargo, en esta novela parece que alguien le ha dado un toque de madurez y ya no cae tan mal. Incluso piensa antes de hablar.

Otras dos grandes pérdidas son Amos y Alex, que están ahí, de decorado, con quince o veinte frases en toda la novela y sin mucho quehacer.

Escenarios limitados en La puerta de Abadón

The Expanse nos tiene acostumbrados a las enormes extensiones del espacio vacío. Batallas espaciales con decenas de miles de kilómetros entre tubo lanzatorpedos y punto de impacto. Y, de vez en cuando, teníamos algún combate dentro de las naves. En Abaddon’s Gate todo escenario se reduce al interior de unas cuantas naves. Con su gravedad artificial, sus mamparos metálicos… Y eso lo vuelve asfixiante.

En el buen sentido, claro. Que toda la aventura tenga lugar en encuentros cercanos le da un nuevo sabor a la saga, con los personajes escurriéndose entre tubos de ventilación, pasillos y corredores, forzando escotillas y llegando a las manos en muchas ocasiones. Esto está muy bien para la novela por lo que viene a continuación, que es la presencia de gente con sus propios planes en un espacio tan reducido.

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5 comentarios en «≫ La puerta de Abadón, no parece The Expanse»

  1. Seguro que no está en castellano? yo estoy viendo q ya se puede comprar en distintas webs, desde septiembre de 2018.
    Saludos

  2. A mi me descolocó un poco lo de que sea tan religioso este tercer libro. no se, estamos en un futuro donde hemos conquistado el sistema solar tenemos naves que viajan a velocidades increíbles etc. y todavía creemos en Dios? ya se que es un libro y no refleja la realidad en la que vivimos pero no se… igual me gustó.

    PD; ya se que me estoy quejando de una estupidez y que te reirás con este comentario pero te lo digo de verdad aveces creía que no estaba leyendo un libro de ciencia ficción solo por esa estupidez.

    1. Creo que es por el trasfondo de los autores. En Estados Unidos aún se lleva mucho el ritual religioso en los mecanismo del Estado (aunque no haya una iglesia oficial o cuasioficial como en España), de modo que habrán querido ver cómo entraba en conflicto religión y poder frente a la llegada de un artefacto sobrenatural.

      O que se quedaron sin ideas tras El despertar del Leviatán (una novela claramente autoconclusiva) y han ido tirando de lo que se les ocurría.

      1. Ummm… esas dos opciones que dices tienen más sentido. Me leeré «la quema de cíbola» a ver como avanzan las cosas.

        Ojalá el cuarto libro no decepcione. XD

        pd: Gracias por contestar.

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