Noventa atmósferas
Novela en proceso de revisión...
Balas. Mandíbulas. Azufre. Vientos huracanados. Una caída de cuarenta kilómetros. Noventa atmósferas de presión. Todo en Venus quería matarlos.
Sigue los pasos de Obone, ingeniera que se despierta de un coma —efecto secundario de la criogenia— en el Hongo, una de las ciudades flotantes sobre las nubes de Venus. ¿Qué razón la ha empujado a abandonar su empleo y viajar hasta ese aerostato? He ahí un misterio para Obone, que sin el tratamiento postcriogénico adecuado padece una amnesia temporal.
Por desgracia, nadie la atiende al despertar en la enfermería, y el aerostato parece haber sufrido algún tipo de catástrofe reciente, pues solo cadáveres con la cabeza devorada y supervivientes de gatillo fácil le dan la bienvenida.
Por suerte, Obone posee los conocimientos necesarios para abrirse camino en ese laberinto industrial, donde el repiqueteo de las armas automáticas y el rugido de los vientos del planeta tóxico se mezclan con la tétrica sensación de que una criatura la achecha desde los recovecos más oscuros. ¿Logrará escapar de esa trampa mortal, o encontrará una razón para quedarse?
Noventa atmósferas, una novela inspirada en...
Noventa atmósferas es una historia inspirada por Alien:Isolation, uno de mis videojuegos favoritos, y Eclipse Phase, un juego de rol cuya ambientación te deja boquiabierto. Así que opté por tener un hijo con ellos. Aquí está el resultado.
Ahora toca arreglar la novela, el segundo borrador ya está en marcha, en caliente, y el primer capítulo ya ha caído víctima del hacha de la edición. Entero. La trama evolucionó por un camino diferente al inicialmente planeado. Un camino mejor. Y también hay que solucionar unos cuantos deus ex machina. Recuerda que puedes hacer trampa en el primer borrador, pero debes jugar limpio en el segundo.