⊛ El MCRN Donnager y el regreso de los acorazados

Resulta curioso que vaya a hablar de poderío espacial tomando como ejemplo una nave que fue destruida con sorprendente facilidad en pantalla. Pero ya mencionaré brevemente las inconsistencias de esa batalla. Hoy toca alabar las capacidades del MCRN Donnager y cómo los acorazados vuelven a ser la nave capital en la guerra en el espacio.


MRCN Donnager y el problema con los acorazados

El MCRN Donnager aparece en El despertar del Leviatán

Si no te quedaste boquiabierto durante el cuarto episodio de la primera temporada de The Expanse (CQB) te diré que el Donnager es un acorazado, el primero de su clase y es todo un ejemplo de cómo la guerra se libra en el espacio.

Los que somos consumidores de Historia (la que lleva mayúsculas) sabemos que es el portaaviones y no el acorazado quien domina los mares. Esto es así porque la capacidad ofensiva de pequeñas aeronaves supera la resistencia de los grandes buques. Solo los rusos construyen barcos «grandes» hoy en día, pero no llegan a ser acorazados. Pequeñas corbetas lanzamisiles y gigantescos portaaviones son las armas del mar. Y todas ellas hacen énfasis en un aspecto: larga distancia.

Ahora bien, ¿y si esa distancia ya no fuera un elemento de seguridad sino una parte integrada de la defensa? Ver al enemigo acercarse es un paso y medio en el camino a reventarlo de un pepinazo. Y en el espacio no solo no se oyen los gritos, sino que esconderse es prácticamente imposible. Si carece del blindaje adecuado ya tienes el otro medio paso para reventarlo con ese pepinazo.

(adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});

Armamento del MCRN Donnager

Hay que hablar de armas antes de alcanzar la victoria. Este es uno de esos artículos de ciencia ficción realista que rozan el frikismo absoluto.

Siguiendo un principio similar al de «All big Guns» de los dreadnough de la Royal Navy, este buque capital se centra en hacer énfasis en el combate a larga distancia con armamento de gran poder. Las batallas espaciales se libran a millones de kilómetros, y el Donnager aspira a añadir algunos ceros a esa cifra si fuera necesario.

Y, siguiendo la tradición de las novelas de The Expanse sobre cómo afecta la gravedad artificial al worldbuilding de tu novela, las armas tienen en cuenta distancia y fuerzas G.

Entre la amplia variedad de armamento espacial disponible, el diseño de este acorazado ha buscado por no complicarse demasiado y dividir el combate en tres posibles escenarios:

  1. 10 x Tubos lanzatorpedos
  2. 2 x Cañones de riel
  3. 49 x Cañones de proximidad

La «media distancia» no parece contemplarse. O estás a tiro, o demasiado cerca. Y respecto a estar demasiado cerca diré que existe un cuarto escenario, el abordaje, del cual ya cubrí durante un artículo exclusivamente centrado en abordaje espacial y por qué era una mala idea.

(adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});

Tubos lanzatorpedos

Cada uno de los tres sistemas de armas se utilizan para una función específica. Los torpedos son el armamento principal de toda nave espacial y por eso el MCRN Donnager cuenta con diez tubos lanzatorpedos. Las batallas del futuro estarán cargadas de tensión pero con menos «acción» de los esperado. Las flotas enemigas dispararán sus torpedos y unos minutos después llegarán los impactos, de modo que el combate se ve en pantallas, donde unos puntitos en el radar se aproximan a tu nave.

Las novelas de ciencia ficción militar con batallas espaciales hacen énfasis en estos minutos antes del impacto, donde la tensión ante una inminente muerte se refleja en los oficiales en el puente de mando. Los torpedos pueden reorientarse en pleno vuelo, lo que permite

La existencia de lanzatorpedos que disparan a tan enormes distancias (y la ventaja que ello acarrea) es la razón tras el uso y abuso de este tipo de arma en las naves espaciales. Los acorazados, debido a su enorme tamaño cuentan con un elevado número de ellos, más la correspondiente munición para recargarlos, lo cual explica la superioridad del acorazado frente a las naves menores: un acorazado cuenta con más potencia de fuego que una horda de naves menores.

Los torpedos de popa

Este concepto lo guardo para un artículo posterior sobre por qué las naves espaciales deberían tener las armas a popa. Allí me extenderé, pero quiero señalar que de los diez tubos del MCRN Donnager, seis están situados a popa. Esto se debe, versión resumida, a que durante un combate espacial la mayoría de las naves espaciales estarán dándole la espalda al enemigo, por razones de gravedad y aceleración (o desaceleración).

(adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});

Cañones de riel del Donnager

Para aquellos lo bastante osados para recortar distancias con un buque capital (lo cual puede llevar MUCHO tiempo si un acorazado decide mantener la distancia, lo que supone más torpedos que te disparan) están los cañones de riel, cuya munición literalmente atraviesa las naves.

Los cañones de riel del MCRN Donnager
Adiós, pequeña nave. Adiós.

El Donnager cuenta con dos de estos cañones y su sola presencia es suficiente para que nadie desee acercarse. De modo que funcionan como elemento disuasor, una excelente razón para tenerlos. No obstante, si hubiera ocasión de usarlos uno solo de esos disparos partiría naves menores. Solo hay que recargar y destruir la siguiente. Es el problema de las naves pequeñas, no saben encajar bien los disparos.

Cañones de proximidad (PDC)

Por último están estos pequeños destructores. Su función principal es la de destruir los torpedos enemigos, y por eso el Donnager tiene casi cincuenta de ellos, para que poco o nada consiga alcanzarlo. Llegado el caso, estos PDC pueden convertir en escombros cualquier nave lo bastante estúpida para acercarse, o esquifes de abordaje.

La defensa: la clave de la victoria para el MCRN Donnager

¿Por qué el MCRN Donnager tiene ventaja sobre otras naves? Porque es grande. Punto. Suena un poco simple y ridículo cuando se dice así, pero el Donnager es el concepto del acorazado extrapolado a la guerra del futuro. Una nave con una potencia de fuego terrible y el blindaje necesario para encajar esa misma potencia de fuego.

No es fácil hundir uno de estos.

Esto le aporta una ventaja tremenda en cualquier combate espacial, pues el Donnager puede operar como líder de flota mientras reparte destrucción a diestro y siniestro. No lo hace con impunidad, pero puede encajar muchos golpes antes de ser destruido. Mientras tanto, naves menores son pecios flotando en la oscuridad del espacio. ¿Podría perder? Por supuesto, pero el precio a pagar en naves menores no dejaría otra alternativa que oponerse al Donnager con naves similares, lo cual nos trae, de nuevo, a la era de los acorazados.

Son muchos los impactos que necesita encajar el Donnager para irse al garete (más de los que se ve en la serie) y cinco de las seis naves enemigas fueron destruidas en el combate. En condiciones normales habría sido un seis de seis y, tal y como la capitán Mao suponía, habría sido un suicidio. ¿Condiciones normales? Sí, claro. Porque es probable que estés pensando, «pero Carlos, el Donnager fue destruido. Se lo ventilaron en un episodio». Así es. Y veamos por qué.

(adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});

¿Cómo pudo perder el Donnager?

Se me ocurren dos respuestas a ese pequeño dilema. La primera es porque a los autores les dio la gana, y al igual que ocurre con el plot armor, no hay nada que pueda hacerse para evitarlo. Si quieren que el reactor falle y que un esquife de abordaje tenga tropas suficientes para abrirse paso hasta el puente de mando pues oye, así sea.

Dejando a un lado esta pequeña broma, hablemos de las excepcionales condiciones de la batalla entre el Donnager y las naves que lo destruyeron. Casi toda la responsabilidad de la victoria podría recaer sobre el elemento sorpresa. Voy a enumerar los factores relevantes de esta batalla.

  1. Marte no estaba en guerra con nadie, de modo que no esperaba al enemigo.
  2. Una única nave se aproximaba, y las sospechas apuntaban a una misión de rescate de la OPA.
  3. Cuando la «nave» estaba en rango resultó que eran seis naves enemigas.
  4. No descubrieron lo buenos que eran sus torpedos hasta que los tuvieron encima.
  5. Decididos a finalizar la lucha, entraron en CQB para utilizar sus cañones de riel. Resulta que el enemigo también los tenía.

Y he aquí una versión resumida del combate del Donnager.

«No creía que pudiéramos perder», dice la capitán Mao antes de autodestruir el Donnager. Y he ahí la clave de la derrota: información incorrecta.

Si algo se aprende jugando a juegos de estrategia (o tras informarse sobre la Batalla de Midway) es que un adecuado reconocimiento es la clave de la victoria. Si sabes quién es el enemigo, dónde está y qué puede hacer es difícil que tú seas el perdedor. No hay arrogancia en las palabras finales de la capitán del MCRN Donnager, es la consecuencia de descubrir que tu verdad no es correcta.


No se encontraron resultados.


Deja un Comentario

Tu email no será publicado